Se puede definir “Due Diligence” como aquel proceso de investigación que lleva a cabo una empresa antes de contratar los servicios de otra empresa. Este proceso se orienta con el objetivo de comprobar los impactos que pueden tener diferentes aspectos en el negocio, haciendo un estudio de los factores de riego que rodean a esa empresa y a su negocio.
La Due Diligence puede abarcar cualquier ámbito empresarial, permitiendo así recabar información real, útil, creíble basada en procedimientos y metodología, con posibilidad de impacto económico-financiero medible. Además, como resultado de toda la información obtenida y analizada, permite tomar decisiones estratégicas empresariales para adquisiciones, acuerdos comerciales, representación, exportación/importación, etc.
Objetivos del Due Diligence
Las empresas emplean Due Diligence cuando quieren adquirir la totalidad o parte del capital social de otra empresa. Gracias a la información recopilada, las organizaciones pueden conocer el precio de las acciones o participaciones de la empresa que pretenden comprar, detectar con antelación los posibles riesgos fiscales, laborales o financieros analizar si la compra será rentable, evaluar el grado de fiabilidad de las garantías y manifestaciones otorgadas y determinar la procedencia de correcciones en el precio establecido, así como la ejecución de las cláusulas de resolución del negocio.
Antes de llevar a cabo este servicio, se lleva a cabo una carta de intenciones, en la que se manifiesta la intención del comprador y el vendedor.
Es importante añadir que, según la sentencia de la Audiencia provincial de Madrid de 20 de marzo de 2012, la ruptura de las relaciones precontractuales no implica responsabilidad civil para el comprador. Según la jurisprudencia no se crea un derecho de indemnización por la mera ruptura de las relaciones precontractuales.
Actualmente, la investigación privada es la que ayuda y aporta valor a la empresa. A través de los detectives privados, su experiencia y su conocimiento, resultan de inestimable valor para obtener información analizada, contrastada, fiable y verdadera sobre actividades de empresas y personas con las que se quiera establecer relación comercial o patrimonial.
Con todo ello, los detectives privados juegan un papel esencial en la decisión final, pues permiten prevenir y alertar de cualquier tipo de incidencia o riesgos, llevando a cabo una investigación detallada y en profundidad de los aspectos más destacados de la otra empresa.