Debido a la globalización y el implemento de las nuevas tecnologías, las personas vivimos conectadas: a través de la mensajería instantánea, las noticas online, las apps que nos permiten establecer relaciones o vínculos con diferentes empresas etc. Todas y cada una de ellas forman parte de nuestra rutina diaria.
Gracias a ello, navegar por internet es muy fácil y sencillo: a través de las redes sociales puedes compartir experiencias vividas, entablar relaciones con antiguos compañeros o encontrar trabajo, entre otras. Día a día, las personas dejamos una huella en Internet que, por más que intentemos borrar o evitar, siempre se van a estar ahí.
Es por ello por lo que actualmente, sea tan fácil investigar a una persona a través de internet: lo único que hay que hacer es googlear su nombre para que te aparezca todo aquello que esté o haya estado relacionado con esa persona: desde redes sociales hasta comentarios en páginas web sobre “saber cocinar”.
Los Detectives Privados se han adaptado a todos estos cambios tecnológicos, complementando su labor y mejorando el servicio de investigación. A través de las redes sociales, los detectives pueden averiguar los gustos, preferencias o relaciones de la persona investigada, “clicando” en su perfil de Facebook o Twitter.
Sin embargo, y pese a lo que la mayoría de la sociedad puede creer en relación con su labor de investigación, los detectives privados no llevan a cabo ninguna acción ilegal o no autorizada, si no que aprovechan todo tipo de páginas de acceso público para recabar la información necesaria para su investigación.
Las redes sociales se han convertido en un importante campo de estudio, sobre todo en temas relacionados con infidelidades, acoso, fraude y robo, investigaciones anti-pedófilas o relacionadas con el robo de propiedad intelectual. Debido a ello, son muchos los detectives privados que deciden especializarse en el campo de la investigación privada a través de internet.
No sólo las redes sociales permiten una investigación más cómoda y sencilla. Actualmente, existen páginas web o aplicaciones centradas exclusivamente en la búsqueda de personas.
Tanto en España como a nivel mundial, estas webs permiten recolectar datos de estas personas, mostrando todo el paso que han tenido en internet, ya sea un simple “me gusta” en Instagram, como una cuenta de Twitter que no es utilizada por el usuario.
Con todo ello se demuestra que la sociedad del siglo XXI es fácil de rastrear, tan sólo siguiendo la huella digital que esa persona ha dejado en Internet.
Pese a la facilidad con la que se encuentra información en la red, los Detectives Privados deben seleccionarla y analizarla cautelosamente. En ocasiones, el perfil de la persona a la que se investiga no tiene imagen o la cuenta está inutilizada. En otras, la persona no tiene ningún tipo de red social y es necesario investigarla a través de sus relaciones personales o trabajo.
La labor de los detectives es compleja, puesto que una vez que tengan esa información, tienen que contrastarla.
La investigación a pie de calle sigue siendo necesaria para una buena investigación. Esta investigación se sirve de las nuevas tecnologías que hay en la actualidad, como pueden ser cámaras de video o de fotografía más rápidas, con mejor calidad de imagen y de zoom.
La investigación a través de redes es un complemento a la investigación total de la labor del Detective Privado, que sigue llevando a cabo sus grabaciones ocultas y seguimientos a pie de calle.
Sin dudas el auge de Internet y las nuevas tecnologías permiten que la sociedad esté digitalizada, dejando una huella en Internet difícil de borrar y con fácil acceso.
1 comentario. Dejar nuevo
Muy buen artículo, la amplia utilización de Internet añade nuevos retos al trabajo de investigación clásico.